Su mundo, su vida y sus recuerdos. Eras tan fría, tan cínica. Aumentabas el drama para sentir mas dolor, para seguir culpándote. Las marcas ya no importaban, el dolor ya era el mismo, era una rutina. Creer que intentabas querer era una mentira. Tus intentos eran fallidos. El día fue perfecto, el minuto era exacto, sabias que todo iba a cambiar. Él poco a poco te fue consumiendo, era obvio, no lo querías escuchar. Quererte costó, dolió, lastimó, sangro y me desquicio. No fuiste mas que una lagrima, una marca.